Su concepto

Una incipiente tauromaquia

Alumno del mejor maestro

Como es lógico y comprensible Guillermo se encuentra en el proceso de desarrollar y afinar su propio quehacer taurino, sustentado en el valioso cimiento que le representa la incomparable sapiencia y la vasta experiencia de su padre, que es a la vez su maestro, su referente y el espejo donde se mira.

Bajo tal magisterio Guillermo ha ido descubriendo por sí mismo la importancia de avanzar en la doma clásica de los caballos como eje central de un concepto de toreo en donde se conjugue verdad, precisión, pureza y clasicismo, aderezado todo ello con su espontaniedad, con su valor y con esa habilidad innata que tiene y que le da un sello muy particular a su desempeño.

El arduo entrenamiento le está permitiendo ir conociendo progresivamente los secretos en el manejo de tiempos, terrenos y distancias. Los términos de parar, citar, mandar y templar son la base fundamental en la forma en que va interpretando su toreo y afinando su puesta en escena, teniendo claro la importancia de hacer las reuniones como mandan los cánones, sin ventajas ni alivios, dando importancia al toro y por supuesto a que la expresión de los caballos sea natural y estética.