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TRIUNFAL SIN TRIUNFO

Se cumplen tres años desde que Guillermo Hermoso de Mendoza se presentaba en primera vez en público y lo hacía precisamente en la Plaza de toros de La Ribera, en Logroño cuando dentro de una fiesta campera para presentar los carteles de la Feria de San Mateo de 2.015, tanto él como su padre lidiaron en collera un novillo propiedad del Niño de la Capea. Aquel día, Guillermo contaba con dieciséis años y toreo sin muerte aquel novillo. En la actualidad, con lidia completa, acompañaba a su padre en el que para este es el veinticinco paseíllo en esta plaza, donde debutó en la temporada 2002. Así el debut de Guillermo como matador de novillos en Logroño, coincide con la tarde 25 de su padre en este mismo coso.

Llegó el turno de Guillermo y compareció con el mismo caballo que aquella tarde de 2.015. Con NAPOLEON, ahora con más experiencia, con más entrenamiento y sobre todo con más conjunción. El novillo salió avanto y de las suertes salía suelto, pero poco a poco, NAPOLEON lo fue metiendo a base de doblones, de trincherazos con las cola y lo enroscó con sus cuartos traseros. El rejón de castigo llegó después de un cite desde lejos, de plaza a plaza como gusta en Portugal y de reunirse ambos animales en los medios. El novillo sacaba la bravura que llevaba dentro y BRINDIS la absorbía y la convertía en lucimiento para sus reuniones, para cada una de sus banderillas y sobre todo en el galope de costado con el que inició su actuación y que duró una vuelta completa al ruedo. Larga la labor de BRINDIS pero es que había mucho contrincante y mucha posibilidad de lucimiento. Eso dio pie a que Guillermo apostase por DISPARATE para continuar marcando un excepcional tercio de banderillas. Novillo bravo, caballo valiente y torero, un binomio y una plaza donde DISPARATE volvió a emular sus grandes tardes, donde la plaza ardió de torería y el caballo cambiaba las intenciones del astado con golpes de grupa. Las hermosinas más hermosas, los cites en largo y en corto, uno eterno esperando la arrancada del toro y al final atacando en su terreno de tablas. Llegó el tercio de PIRATA y con el el cierre de la tripleta con la que toreó en su debut: NAPOLEON, DISPARATE y PIRATA. Entonces un imberbe, ahora con algún pelillo más, cerró con dos banderillas cortas, al mismo estribo, aprovechando la torería de un PIRATA que esperaba a un novillo que todavía embestía con alegría y así aportó lo suyo a un espectacular par a dos manos sin ninguna ventaja, dejándoselo llegar. La misma interacción llegaría a la hora de matar y a pesar de la buena reunión el toro vino fuerte y el rejón cayó trasero sin hacer mucho efecto. Después vendrían los golpes de descabello y el desencanto de todos los espectadores que empujaban y ovacionaban al joven en cada uno de sus fallos. Ovación sentida del respetable a una faena de puerta grande.

Difícil papeleta se le presentó a Guillermo en el sexto, con sus dos compañeros de cartel ya con la puerta grande abierta, a él le tocaba apretar y darlo todo para conseguir los trofeos suficientes y acompañar a su padre y a Lea Vicens. Con esas intenciones salió montando a BARRABAS y brindando al entregado público asistente. Bien pronto se le fue cambiando el rictus de la cara al ver que el toro no prestaba la suficiente atención al caballo. Embestía sin continuidad y después del rejón de castigo el astado no cambió mucho. Repitió a DISPARATE y el toro pareció que después de algún muletazo de los auxiliadores, el astado tenía más fijeza y continuidad. Eso hizo que todo se viniese arriba y Guillermo continuara a encelarlo con DISPARATE y a sacar algo más de lucimiento. Pero otra vez el destino le hizo que la primera banderilla, al sesgo, cayese muy baja, mejorando mucho en las dos siguientes y volviendo a fallar en la cuarta. Eso ya se vio que afectó a Guillermo, como si pensara que aquello se le escapase y la todavía frágil moral de un adolescente se le viera trastocada. PIRATA le transmitió ese empuje que necesitaba y en forma de rosas y de banderillas a dos cortas consiguió levantar aquello y volver a meter a Guillermo y a la gente en la faena. En la suerte final, el novillo, que fue el peor del festejo, se vino muy pronto y cortando y dificultó tanto la reunión del rejón a PIRATA como la colocación del mismo a Guillermo, necesitando varios golpes de rejón y de descabello para acabar con el último novillo.